Vieja dama
El flechazo cuando visité este piso por primera vez fue total. Lo encontré mientras buscaba una vivienda para una clienta y a ella no le encajó, pero yo ya había imaginado cómo podría quedar esa casa pintada de blanco y con las puertas en alguno de los maravillosos colores de Farrow and Ball y no paré hasta que encontré otro comprador para ella.
Me encantaron los techos altos, las paredes curvas, el suelo de madera, las molduras del pasillo… ese aire tan elegante de las casas de antes.
En este caso se han renovado el baño y el aseo, se ha pintado toda la casa y se han reorganizado los espacios para dejar la habitación más grande como salón y las demás como dormitorios.
Para la reforma de los baños busqué materiales de aspecto antiguo, coherentes con la construcción. Los suelos son porcelánicos e imitan baldosa hidraúlica.
Hay pocos muebles y muchos se han reutilizado. La casa es tan bonita que no necesita muchos adornos.
Fotografías por Mon Osaka
Así era antes: